Pasear por el museo

Ayer estuve en el Museo del Prado. Que os parece... Me encontré con esta maravilla, nada menos que Amalia de Llano y Dotrés, más conocida como la Condesa de Vilches. Supongo que sería condesa. Si la llamaban así... Era amiga de Federico de Madrazo, hijo de José de Madrazo, ambos grandes artistas del siglo XIX español. Federico llegó incluso a dirigir el Museo del Prado... Se dice que fue una de las grandes figuras del Arte en España durante cuatro décadas aproximadamente. En 1853, como decíamos, hizo este retrato de su amiga. Ella era escritora, y organizaba en ocasiones reuniones literarias de esas que tanto gustaban a la aristocracia.

Todo esto puede sernos útil y de información a la hora de valorar la obra. Pero hay ciertos detalles que de verdad llaman la atención de este retrato, en cierto modo variante del retrato romántico, muy colorido, muy detallista, y con ese vestido de gala...

Llama la atención la naturalidad con la que ella posa para el pintor, la familiaridad con la que lo mira. Su brazo apoyado; la mano en el rostro; jugando con el abanico en la otra; la sonrisa forzada, como queriendo ocultar la risa. La mirada. Tan expresiva, pícara, que contagia al espectador. Es verdad. La ves y dan ganas de reir. Federico debía ser un gran pintor. Sólo un grande puede lograr esto en un cuadro. Que el retratado pose de manera natural y además quede patente.

Llama la atención la técnica. Perfecta. La manera de controlar la luz, los pliegues, la pureza de las líneas que traza, que juegan en curvas y contracurvas. Los detalles del sillón en el que está sentada y del fondo de la sala. Todo se ve con tanta claridad...

A mi me parece una maravilla. El retrato es uno de los formatos que más me gusta en la pintura y la fotografía. Incluso en el videoarte (me viene a la cabeza "No surprises" de Radiohead, donde el agua le sube desde la barbilla hasta el flequillo y casi se ahoga). Por eso me gusta pasear por los museos. A veces hay muchas excursiones y eso, pero tener este tipo de cosas delante de ti merece la pena. Aunque solo sea un paseo...