
Días de verano. Días de piscina con patito. Días de comidas en familia, con los sobris, con los papis, con los hermanos... Días de sobremesas llenas de bicis y paisajes de campiña francesa, y de siestas en el escaño. Días de terrazas, de Fresa y de jugar a las películas después de comer membrillo y queso. Días de relatos cortos en el periódico, y
mambrinos a saco (ánimo Iñaki, que mañana hay otro más). Días de bici por la ciudad a las tantas de la mañana, de sensación de libertad urbana. Días de MONO. Días de ensaladas en Los Pelambres o en el Chimeno. Días de helados de La Toscana o de La Valenciana. Días de tenis, en la tele y en la pista. Días de viaje a Sanabria o a Salamanca o a Madrid, que coño más da... Días de noches interminables en el Maska, arreglando todo y no arreglando nada... Días de echar de menos a todos y cada uno de los seres queridos, a los que están y a los que ya no. Días de querer morir de lo bonita que la vida puede llegar a ser, y de no querer morir para agotarme viviéndola...Días de dar gracias a todo aquel a mi alrededor y de lo mucho que me gusta compartir cualquier cosa con tal de que el resultado sea una sonrisa...
1 comentario:
días sin palabras
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